martes, 17 de julio de 2012

CAMBIAR LA MANERA DE PENSAR

He creado este espacio para ayudarnos a cambiar nuestra vieja forma de pensar y enfocarla hacia un nuevo plan de vida funcional, exitoso con mayor seguridad en si mismos y disfrutar de la gran aventura de la vida.

Cuando nacemos, somos perfectos, todas nuestras necesidades son atendidas y estamos felices, si nos falta alimento, sabemos como pedirlo por medio del llanto, no le decimos a nuestra madre: “tengo hambre ¿me puedes dar mi lechita?” Solo nos comunicamos por medio del llanto y pocos meses después reconocemos a mamá y desde luego agitamos nuestro cuerpecito con alegría al acercarse a nosotros. Después, aprenderemos a cambiar nuestra forma de comunicarnos sanamente con nosotros mismos y con los demás.

Conforme vamos creciendo y explorando el mundo que nos rodea, vamos aprendiendo nuevas pautas de conducta y comunicación. Al cabo de 3 o 4 años, ya tenemos todo un repertorio de normas y hábitos que nos van formando nuestro entorno y nuestra personalidad que nos identifica ante la sociedad de manera única.

Pasan los años y cuando somos adolescentes empezamos a ver el mundo de otra manera, lleno de retos y normas de conducta cada vez más incomodos. Este periodo de adaptación, estamos confundidos y buscamos desesperadamente entender el mundo adulto y que los adultos nos entiendan. Queremos libertad para explorar el mundo en que ya no somos los pequeños pero tampoco los adultos. Entonces nos identificamos con modelos juveniles de los medios de comunicación y queremos pertenecer a algún grupo idealista de una nueva imagen. Nuestros cuerpos tienen cambios importantes y nuevas necesidades. Las reglas de conducta en casa y en la sociedad son demasiadas, queremos libertad absoluta y soñamos con emocionantes aventuras.

Pero nunca nos dijeron que la aventura mas emocionante es la vida misma, saber vivir y disfrutar los cambios que hay en nuestro entorno pueden ser lo más grandioso que encontraremos. Mira, la vida no se repite, le encanta el cambio, si te detienes un poco y observas un día de tu vida desde que despiertas hasta que te retiras a descansar, veras que ningún detalle del día se repite. Al Universo le encanta el cambio, se divierte haciendo lo mismo día a día pero con diferentes detalles para que no sea igual a l día de ayer.

No podemos reclamar ni culpar a nuestros padres ni a los adultos ni a nuestros compañeros y amigos que nos han cuidado, atendido y convivido con nosotros por no decirnos que la mayor aventura de la vida es aprender a disfrutarte, porque no lo sabían, solo hemos repetido una y otra vez los mismos pensamientos y los mismos juicios de padres a hijos y así sucesivamente de generación tras generación, esa repetición inconsciente de los mismos patrones de conducta y las mismas formas de actuar y enseñar a nuestros descendientes para vivir una vida segura, responsable y productiva tiene sus ventajas para evitarnos problemas en muchas situaciones. Pero lo que nunca nos hemos preguntado es porque nuestro entorno, o nuestra forma de ver nuestro mundo, cambia si cambiamos nuestra forma de pensar, hablar y actuar.

Tenemos muchas oportunidades para cambiar nuestra perspectiva de vida pero primero te voy a decir como entiendo la forma en que pensamos y como trataremos de encontrar una nueva forma de integrarnos a esa aventura.

¿Recuerdas el cuento de Aladino y la Lámpara Maravillosa? Hace poco leí una explicación muy adecuada de este cuento en la que el escritor hace una metáfora relacionando a Aladino y la Lámpara con la relación que hay entre la persona y el cerebro y sus pensamientos.

Aladino se interna en una cueva llena de tesoros para conseguir la maravillosa lámpara que contiene un genio que concede deseos.

La cueva llena de joyas, representa el cerebro gracias a sus funciones, tenemos capacidades y habilidades en nuestro ser. Hay una sabiduría increíble en nuestro cerebro porque controla todo el organismo de manera que puede funcionar y actuar de manera inmediata a las situaciones, para proteger, orientar, reaccionar, sentir y percibir. La lámpara representa nuestra mente. Cuando Aladino frota la lámpara, la limpia para verla bien y emerge del interior un genio que dice:”tus deseos son ordenes”. Exactamente eso es nuestra mente un poderoso genio que nos concede todos nuestros deseos. Lo único malo es que no sabemos que pedir ni como pedir. Aquí es donde tenemos que trabajar para hacer cambios en nuestra vida, cambia tus pensamientos y tu vida y entorno cambiarán. El cerebro nunca descansa, no siente dolor ni cansancio, y siempre está repitiendo los mismos pensamientos, experiencias y sentimientos del pasado una y otra vez, por eso es muy importante poner atención a que los origina y remplazarlos por nuevos patrones de información.

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